Mar del Plata es la principal ciudad balnearia del país, situada a 400 km. al sur de Buenos Aires. Si bien tiene una población estable de 650.000 habitantes, durante el verano triplica su densidad por las hordas de turistas que abarrotan cada rincón, haciendo que sea imposible tener una percepción única de su realidad basada el momento que se la visita, pues la complejidad de tener dos ciudades superpuestas en el tiempo (una de verano y otra de invierno, con sus correspondientes difuminados de primavera y otoño) genera contrastes muy difíciles de percibir a simple vista, formando un entorno camaleónico donde la cultura de las tangentes se saca chispas con el teatro revista, Piazzolla, los churros de Manolo y todo lo que se corresponde a su mote de “la Feliz”.

Al sur de esta urbe, diversificado en dos territorios cercanos entre sí pero distantes en su imaginario, se encuentra un centro de experimentación artística compuesto, por un lado, por una sala donde se realizan exhibiciones, residencias, charlas, instancias de formación, etc.; un bar con biblioteca y un taller de uso individual, y por otro un espacio de alojamiento conformado por cinco departamentos y un taller de producción colectiva donde se pueden alojar hasta más de veinte artistas simultáneamente. Esta dupla complementaria entre una residencia en un barrio tradicional (Punta Mogotes, característico por sus chalecitos de piedra) y un espacio de acción irreverente en una zona comercial en incipiente decadencia fruto de la gentrificación (a metros de la Av. Juan B Justo, una arteria

históricamente considerada meca de las prendas de segunda mano y outlets, rebautizada como la calle “de los pulóveres” por las tiendas que ofertan discontinuos en lana), da forma a Casa Intermitente, un proyecto singular anclado no solo en las terminales de casa y trabajo, sino en las maravillas que se encuentran en su ir y venir, de acá para allá.

Es así que, en tiempos donde la hostilidad política se asienta menos de prepo de lo que imaginábamos, lxs artistas sentimos la necesidad de buscar la manera de contenernos y resguardarnos trabajando desde la urgencia, lo improbable y lo deficitario, para provocar un sacudón que genere una alternativa política, sensible y estética.

Artistas participantes